Cabo de Hacha (Lonchocarpus lanceolatus)

Cabo de Hacha (Lonchocarpus lanceolatus) 

Datos Técnicos

Nombres comunes: Cabo de Hacha, Árbol de Hacha

Nombre Científico: Lonchocarpus lanceolatus

🏔 Altura m s. n. m: Entre 0 y 1,800 metros sobre el nivel del mar.

🧰 Usos: Madera para construcción, ebanistería, pisos, muebles, y en medicina tradicional por sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas.

🌳 Categoría: Forestal

🌎 Origen: América Central y del Sur.

📏 Altura máxima (m): Hasta 30 metros.

📐 Diámetro (cm): Diámetro del tronco de hasta 100 cm o más.

🍂 Amplitud de copa: 10 a 15 metros.

🍃 Densidad de follaje: Denso, con hojas compuestas que proporcionan buena sombra.

💨 Sistema de dispersión: Anemocoria (dispersión por viento).

🐒 Atracción fauna: Atrae insectos polinizadores, aves y algunos mamíferos pequeños que se alimentan de sus frutos.

🪓 Densidad madera (g/cm³): Aproximadamente 0.8 a 1.0 g/cm³ (madera densa).

🔺 Tasa de crecimiento: Moderada.

👴🏻 Longevidad: Aproximadamente 60 a 100 años.

🔆 Requerimiento de luminosidad: Prefiere pleno sol o sombra parcial.

🏞 Tipo de suelo: Suelos bien drenados, desde suelos arcillosos hasta arenosos, generalmente con buena fertilidad.

El Cabo de Hacha (Lonchocarpus lanceolatus) es un árbol forestal nativo de América Central y del Sur, conocido por su madera extremadamente densa y duradera, lo que la hace ideal para la construcción, ebanistería y fabricación de muebles de alta calidad. Su madera, que tiene una densidad de 0.8 a 1.0 g/cm³, es altamente resistente a la humedad y al ataque de insectos, características que la han hecho valiosa en la construcción de estructuras expuestas a condiciones adversas.

Además de su valor maderable, el *Cabo de Hacha* es apreciado en la medicina tradicional por sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas. Algunas comunidades utilizan extractos de sus hojas y corteza para tratar inflamaciones y heridas menores. Un dato curioso es que el árbol también desempeña un papel ecológico importante, ya que su sistema radicular ayuda a fijar nitrógeno en el suelo, mejorando su fertilidad y beneficiando a las plantas circundantes.

Este árbol puede alcanzar una altura de hasta 30 metros, con una copa que se extiende entre 10 y 15 metros, proporcionando una densa sombra en su entorno natural. Su longevidad, que puede llegar a los 100 años, lo convierte en una especie valiosa tanto desde un punto de vista económico como ecológico.